viernes, 9 de noviembre de 2012

Extractos...

No hay necesidad de que el hombre se sienta inferior a la mujer. Toda esa idea surge porque pensáis en el hombre y en la mujer como dos especies distintas. Pertenecen a una misma humanidad, y ambos tienen cualidades complementarias. Ambos se necesitan mutuamente, y sólo cuando están juntos están enteros... La vida hay que tomársela con calma. Las diferencias no son contradicciones.Pueden ayudarse mutuamente y realzarse inmensamente. La mujer que te ama puede realzar tu creatividad, puede inspirarte a alcanzar cimas que nunca has soñado. Y ella  no te pide nada. Simplemente quiere tu amor, que es su derecho básico.

Por ejemplo, una mujer está más centrada que un hombre... Es más serena, más silenciosa, más paciente, es capaz de esperar. Quizá a causa de estas cualidades, la mujer tiene más resistencia a las enfermedades y vive más que el hombre. A causa de su serenidad, su delicadeza, puede traer una plenitud inmensa a la vida del hombre. Puede rodear la vida de un hombre de una atmósfera muy relajante, muy cálida. Pero el hombre tiene miedo, no quiere estar rodeado por la mujer, no quiere dejarle que cree su calidez cariñosa en torno a él. Tiene miedo, porque de esa forma se volverá dependiente. Así que, durante siglos, ha estado manteniéndola a distancia. Y tiene miedo porque en lo profundo de sí sabe que la mujer es más que él. Ella puede dar nacimiento a la vida. La naturaleza la ha elegido a ella para reproducir, no al hombre.
La función del hombre en la reproducción es casi nula. Esta inferioridad ha creado el mayor problema, el hombre ha empezado a cortar las alas de la mujer. Ha empezado a reducirla y condenarla de todas las maneras, para al menos poder creer que él es superior. El hombre ha tratado a la mujer como si fuera ganado, incluso peor. En China, durante cientos de años, se consideraba que la mujer no tenía alma, de forma que el marido podía matarla y la ley no interfería. La mujer era posesión del marido.

Si él quería destruir sus muebles, no era ilegal. Si quería destruir a su mujer, no era ilegal. Este es el insulto supremo: que la mujer no tiene alma.
El hombre ha privado a la mujer de educación, de independencia económica. La ha privado de movilidad social porque tiene miedo. Sabe que ella es superior, sabe que ella es bella, sabe que darle independencia creará peligro. Por eso, durante siglos la mujer no ha tenido independencia. La mujer musulmana tiene que llevar la cara tapada, para que nadie, excepto su marido, pueda ver la belleza de su rostro, la profundidad de sus ojos.
En el hinduismo, la mujer tenía que morir cuando moría su marido. ¡Qué celos tan enormes! La has poseído durante toda tu vida, e incluso quieres poseerla después de la muerte!. Tienes miedo. Ella es hermosa, y cuando tú ya no estés, ¿quién sabe? Puede que encuentre otro marido, quizá mejor que tú. Así que el sistema del sati ha permanecido durante miles de años, el fenómeno más feo que uno pueda imaginar.
El hombre es muy egoísta. Por eso lo llamo chovinista, machista. El hombre ha creado esta sociedad, y en esta sociedad no hay lugar para la mujer. ¡Y ella tiene tremendas cualidades propias! Por ejemplo, si el hombre tiene la posibilidad de la inteligencia, la mujer tiene la posibilidad del amor. Esto no significa que ella no pueda tener inteligencia; puede tenerla, simplemente hay que dar
le la posibilidad de que la desarrolle. Pero el amor es algo con lo que ha nacido, ella tiene más compasión, más dulzura, más comprensión... El hombre y la mujer son dos cuerdas de una misma arpa, pero ambos sufren cuando están separados el uno del otro. Y como están sufriendo y no saben por qué, empiezan a vengarse el uno del otro.
La mujer puede aportar una ayuda inmensa para crear una sociedad orgánica. Ella es diferente del hombre, pero a un nivel igual. Ella es tan igual a un hombre como cualquier otro hombre. Ella tiene talentos propios que son absolutamente necesarios.

Osho. Místico hindú. "El Libro de La Mujer".

jueves, 4 de octubre de 2012

Recuerdo de una tarde imaginaria

Aquella tarde lo ví, profundamente contemplé lo que había muy dentro de él. Entré sin tocar, sin pedir permiso, pero cómo hacerlo? Ni siquiera yo sabía que me dirigía hacia su interior, quizás no lo notó, quizás nunca lo supo, pero estuve esa tarde entre sus brazos y en su alma. Sería estafarme a mi misma expresar que gusté de permanecer esos minutos en tal lugar...la realidad fué magia y me maravillé, terminé extasiada y creo que de alguna forma también envuelta en todo cuánto observé...
Supongo que se lo dije ya de mil formas, y sospecho que está dicho todo, no hay más nada que hacer ni decir, salvo aceptar y continuar a pesar del dolor y la falta que genera perder la ilusión de aquel sueño que una vez me inyectó vida y me llenó de amor.
 
Hoy, en este tan solo momento, decido quitarme todas estas mascaras que usándolas diariamente se han convertido en parte de mi. Y luego de ello, confesaré que hay instantes en los que siento esa punzada en lo profundo de mi pecho que te advierte la derrota, y te hace palpitar mas rápido el corazón, para luego detenerlo en un hondo dolor. Acepto que hay muchas cosas que me he negado, cuando realmente las deseo y anhelo con todo mi ser. Hoy reconozco que el miedo es el mejor cómplice para alejarte de la felicidad, y ayudarte a no decir la verdad completa, facilitando de tal forma el no actuar e impidiéndote de vez en cuando construir justo lo que se sueña. Tan solo hoy diré, que a pesar del daño y de los recuerdos grises aún quiero vivir un gran amor y ser feliz a su lado, y perderme en la entrega mutua y regalarnos un sueño juntos y hacerlo realidad sin perder el encanto, quiero ser libre a su lado, amando cada día mas, y de mejor manera, quiero darme a alguien y quedarme allí la vida entera, quiero llegar cada día como llega siempre un nuevo amanecer...así cuando me vea, pueda sonreír y sentir que todo anda bien, y que si la mañana estuvo opaca, ha llegado el color para hacerla brillar...necesito dar, dar tanto de mí, anhelo dormir junto a él y sentir la calma que solo a su lado encontraré. Aprendí hace tanto a cuidarme sola, que simplemente no se como permitir que otro me proteja, pero deseo fervientemente que llegue ese hombre que sin consultarme siquiera lo hará, que sin decir palabra alguna me abrace y me haga sentir que puedo reposar en sus brazos. Anhelo no volver a esperar mas la llamada que nunca llegará, o imaginar las frases que jamas serán pronunciadas, y si mis  ojos derraman una lágrima más, que sea por aquel que dejaría todo por secarlas.
 
Hoy acepto que a veces la libertad se encuentra al lado de otro, y que cuando se vive en soledad, luego de un tiempo puede parecer condena, y por ello la maravilla de encontrarme en él seria mas valiosa que seguir navegando sin rumbo. Incluso, deseo la dulzura de envejecer junto a alguien con quien hayamos escrito una historia...
 
No puedo saber si he de vivir de esta forma, o si estas cosas me están destinadas, pero ahora sé que los caminos se cruzan de manera sorprendente, y la madeja es infinita, y a veces uno toma un atajo, se detiene y cuando levanta la mirada, ve exactamente lo que evitaba encontrar, habiendo esperado por largo tiempo hacerlo, pero lo ve pasar justo el día que ya no se pensaba...y ese segundo nos pone de cabeza el mundo otra vez, y entonces podemos recordar una tarde en la que se conoció un alma, tarde que quizás fue imaginaria, porque no podría ser real semejante conexión, y si lo fuera, la burla del destino al desviar las líneas del tren que se cruzaron una vez, simplemente sería una jugada maestra aunque cargada de crueldad...

Aprendamos a amarnos

Cuantas veces elegimos centrar nuestro atención en aquel hombre que es inaccesible? Cuantas veces escogemos a aquel otro que es indiferente, rechazando al que nos hace sentir tan importantes? y en cuantas ocasiones nos enamoramos de quien nunca estará a nuestro lado, de quien no sueña con permanecer junto a nosotras, de quien no desea quedarse en nuestra vida?
 
Que nos pasa a las mujeres que esas son las elecciones románticas que hacemos frecuentemente? Parece que consideraramos que se lucha porque alguien nos ame, siendo erróneo este planteamiento, actuamos en múltiples circunstancias como si debiésemos demostrar que somos merecedoras de que alguien nos ame y nos quiera en su vida, nos comportamos como si quisiéramos convencer al otro de que es una buena idea escogernos para acompañarlo y amarlo...y olvidamos de tal forma amarnos lo suficiente como para aceptar que no se trata ni de luchar, ni de mostrar ni convencer que somos lo suficientemente valiosas, dignas y/o especiales para que nos dejen en su vida...
Porque nos hacemos esto? Porque nos autoflagelamos así, sumiéndonos en una posición tan inferior y necesitada?
 
Es necesario que seamos un poco mas amantes y apasionadas de nosotras mismas, que nos valoremos lo suficiente como para poder valorar adecuadamente a quien le damos nuestro tiempo y a quien deseamos entregarnos, es indispensable que vivamos conscientes del tesoro que representamos, y por lo tanto, escojamos a quien nos dedica mas, a quien si desea, a aquel que no necesitamos convencer, porque sencillamente aún antes de que nuestros ojos se posaran en él, ya sabia cuánto somos, cuánto valemos. Amemonos más, para elegir al que  si nos ama, al que se entregaría a nosotras con todo y pasando sobre todo. Amemonos más, para que no nos conformemos con alguien que nos ama menos de lo que nosotras lo hacemos, y para que podamos darnos a quien daría todo por conservarnos en su vida...

miércoles, 29 de agosto de 2012

Cicatrices...


Envuelta en los recuerdos de lo que fue, del infinito amor que sentí y que mutuamente nos profesamos alguna vez, fascinada con revivir todo lo que vivimos y lo maravillosa que fue nuestra historia, y la nostalgia por habernos separado así...Hasta esa llamada....
Enfrentarme una vez más a una escena que representa apenas un mal simulacro de las situaciones que me llenaron de dolor, pero que me hace rememorar la angustia de esos días....que diferente me siento en este momento...a mi mente han regresado todas las imágenes de dolor, ansiedad y sobre todo miedo que sentí tantas veces, todos los gritos, reproches, miradas de rencor y palabras hirientes...Intento, mas no consigo enfocarme en algo diferente ahora...no deseo lastimarte, se que también lo hice, no deseo hacerlo más, ni siquiera deseo decirte como me siento, porque probablemente te causaría una nueva herida...pero siento tanto enojo, y me doy cuenta que aun no he sanado del todo...
 
Estoy molesta porque fui contigo lo que jamás fui antes, porque me entregue como nunca quise ni imagine hacerlo, porque te di todo de mí, porque te deje explorar en lo más profundo que guarda mi interior, porque fui simplemente yo, porque toque tu puerta un día, abriste y tan solo te llevaba un obsequio que pensé era valiosísimo: yo, todo de mi...y que paso? Me lastimaste, fallaste, y arrojaste tantas cosas a un lugar donde parecían no tener valor alguno...y perdí el sentido de lo que daba, y comencé a sentir que nada valía la pena, que simplemente no podía hacerte ni hacer a nadie feliz, y me repetí tantas veces que ser yo debía ser muy malo, que en realidad darte todo de mi no era suficiente porque no era nada especial, creí y me sentí segura incluso que no existía nada preciado en mi ser, que solo era capaz de dar cosas muy malas, que no había nada que yo pudiera ofrecer realmente...
Me culpe tantas veces, me creí tan merecedora de cosas malas e hirientes, y durante días anduve por la vida considerando lo poco valiosa que yo era, y disculpando que me dejaras sola en tantas ocasiones justo cuando más te necesitaba, lo disculpaba con la excusa de que yo era tan mala que era justo que te comportaras de esa forma, perdí la ilusión y la fe de lo que siempre creí que debía ser amor, y absurdamente me escondí atrás de que las parejas pasan por fases criticas y dolorosas, y si las superan es amor…
Sentí morir de tanto dolor, llorando noche y día durante semanas, esperando una llamada, o rogando porque no gritaras, porque recuperaras la calma, para obtener reproches, o en el mejor de los casos, justificaciones que yo debía comprender y aceptar como validas…y las disculpas cuantas veces de todas esas llegaron?
Y todos esos días que estuve en el suelo tirada sin fuerzas para seguir, donde estabas? Si, ya se la respuesta, dijiste que sufriendo igual…pero acaso el amor no es dejarse de lado uno cuando el otro sufre? No es ir y levantar al otro aun cuando el terreno sea espinoso? Pero no fue así, fueron otros quienes estuvieron allí para levantarme, abrazarme y secarme las lágrimas, fueron otros quienes aparecieron al rescate una y otra vez. Y yo, aun esperaba tu llamada, y yo, aun fui capaz de disculpar y justificar, y tragarme todo lo que sentía, porque si lo gritaba podía destrozar tu corazón…
 
Hoy recordé tantas escenas dolorosas, que no anulan en lo mas mínimo todo lo bueno que vivimos, todos los momentos y sentimientos preciosos que me diste…pero que me recuerdan porque no estamos juntos ya, y porque ya no puede ser…
 
Como las mujeres nos permitimos sufrir así por alguien, tan solo porque nos ama y le amamos…no niego que puede pasar, que se da, pero que tan sano es? Porque lo soportamos? Porque en silencio? Porque el temor a ser juzgadas como tontas y débiles nos hace callar lo que nos pasa y en realidad sentimos? Porque el habernos entregado tanto y el compromiso que iniciamos con alguien, y la seguridad que nos da el estar en esa relación, nos llevan a olvidar por momentos todo lo que valemos? Porque olvidamos que somos tan bellas, y que tenemos defectos, pero otro nos puede amar tanto o más? Porque nos cerramos a la posibilidad de volver a amar o a entregarnos así? Porque dejamos que una relación así nos convenza de alguna forma, de que no somos tan valiosas, de que somos más bien responsables del dolor que otro nos ocasiona? Porque olvidamos que perdonar no significa quedarse?

martes, 14 de agosto de 2012

Suave Brisa



Sentada en medio de la nada...el sol se ha escondido y la tarde se hace gris...el suave y calido viento trae consigo vivencias del ayer, sentimientos del ahora, evocando recuerdos de sueños pasados...y mi imaginacion se convierte en una hoja que se deja llevar lejos por la brisa que enreda mi cabello...